lunes, 4 de mayo de 2009
Género neutro: 11- El poder de todos
La ética posmoderna debe tener en cuenta que la pertenencia a un sexo genera asimetría: ésto es un elemento básico de nuestra historicidad.
“... sobre la corporización del sujeto y sobre la condición fáctica del cuerpo emerge como nuevo campo epistemológico.” ...“Todo el discurso de las biociencias... toma al cuerpo como un mosaico de piezas desmontables", señala la pensadora postmoderna y feminista Dona Haraway, al afirmar que el sujeto corporizado es canibalizado por el biopoder.
El congelamiento más allá de la muerte, la división en pasos discontinuos del proceso reproductivo, no sólo han detenido el tiempo generacional, sino que han contribuido notablemente a borrar la diferencia sexual. Actualmente el biopoder traspasa no sólo las fronteras naturales, sino las prohibiciones, reglas y disposiciones dejando al cuerpo atrapado en un campo de efectos y mecanismos para los cuales la legislación, cuando no es arcaica es redundante. La ciencia, más allá del bien y el mal, “elude el control de la transacción planetaria de materia viva, cuidadosamente ocupada en preservar la especie viva, saludable, blanca”.
Rosi Braidotti, filósofa feminista creadora del concepto de subjetividades nómades, se apoya en el “análisis del sujeto corporizado a fin de defender modos de representación, de su multiplicidad, su discontinuidad y su complejidad.” ¿Cómo concebir las raíces corporales de la subjetividad. para la anatomía de quien ya no es un destino el cuerpo?
¿Podremos abandonar los últimos vestigios de lo sagrado tratando lúcidamente de abordar la cuestión de la totalidad del organismo vivo?
Pero Ursula Le Guin parece pensar que no. Por el contrario, para ella, lo sagrado viene a dar lugar a lo impensado o imposible, a otro sistema social dentro de cuyos amplios márgenes cada uno encuentra resonancias de su propia individualidad.
Dentro de ese campo no es necesaria una hegemonía capaz de prefijar nuestro destinos, nuestras relaciones y nuestra subjetividad. El campo del intercambio, el cruce de fronteras y el conocimiento de nuevos territorios y seres puede ser otra "forma" de crear subjetividad, una forma menos impuesta y más laxa, más abierta, más inclusiva y rica donde el poder no estaría basado en un sistema jerárquico de diferencias sino en el principio moral de la autoridad.
“... sobre la corporización del sujeto y sobre la condición fáctica del cuerpo emerge como nuevo campo epistemológico.” ...“Todo el discurso de las biociencias... toma al cuerpo como un mosaico de piezas desmontables", señala la pensadora postmoderna y feminista Dona Haraway, al afirmar que el sujeto corporizado es canibalizado por el biopoder.
El congelamiento más allá de la muerte, la división en pasos discontinuos del proceso reproductivo, no sólo han detenido el tiempo generacional, sino que han contribuido notablemente a borrar la diferencia sexual. Actualmente el biopoder traspasa no sólo las fronteras naturales, sino las prohibiciones, reglas y disposiciones dejando al cuerpo atrapado en un campo de efectos y mecanismos para los cuales la legislación, cuando no es arcaica es redundante. La ciencia, más allá del bien y el mal, “elude el control de la transacción planetaria de materia viva, cuidadosamente ocupada en preservar la especie viva, saludable, blanca”.
Rosi Braidotti, filósofa feminista creadora del concepto de subjetividades nómades, se apoya en el “análisis del sujeto corporizado a fin de defender modos de representación, de su multiplicidad, su discontinuidad y su complejidad.” ¿Cómo concebir las raíces corporales de la subjetividad. para la anatomía de quien ya no es un destino el cuerpo?
¿Podremos abandonar los últimos vestigios de lo sagrado tratando lúcidamente de abordar la cuestión de la totalidad del organismo vivo?
Pero Ursula Le Guin parece pensar que no. Por el contrario, para ella, lo sagrado viene a dar lugar a lo impensado o imposible, a otro sistema social dentro de cuyos amplios márgenes cada uno encuentra resonancias de su propia individualidad.
Dentro de ese campo no es necesaria una hegemonía capaz de prefijar nuestro destinos, nuestras relaciones y nuestra subjetividad. El campo del intercambio, el cruce de fronteras y el conocimiento de nuevos territorios y seres puede ser otra "forma" de crear subjetividad, una forma menos impuesta y más laxa, más abierta, más inclusiva y rica donde el poder no estaría basado en un sistema jerárquico de diferencias sino en el principio moral de la autoridad.
Etiquetas:
asimetría sexual,
biopoder,
cuerpos,
diferencia sexo-género,
Donna Haraway,
Rosi Braidotti
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario